Espacio interbloques situado en la calle Mataró en torno al número 11, donde nos encontramos con un bosquete sorprendente, en el que destacaba la figura imponente de un eucalipto de más de 30 metros. Ese eucalipto había sido plantado, junto los árboles de mayor porte del descampado, por un vecino molesto con el ruido de los niños que se reunían cada tarde a jugar al balón, para que el bosque impidiera que los chavales pudieran seguir jugando a la pelota.
Cuenta la leyenda del barrio que desde que el eucalipto arraigo en el terreno, en las noches de verano más tropicales, un koala vestido con la equipación de portero del Atletic de Bilbao se pasea por el jardín con un balón debajo de una de sus patitas buscando niños para echar un partidillo.